Pretenden imponer la agenda LGTB en contra de la Constitución, las leyes y la soberanía de Panamá
¡Defiende la soberanía de Panamá!
¡Defiende la soberanía de Panamá!
ULTIMA HORA (12 de abril) Defensores de la familia rechazan convenios con "ideologías extrañas"
La Ministra Canciller Erika Mouynes envió a la Asamblea de Diputados para su aprobación 2 convenios internacionales muy preocupantes porque atentan peligrosamente contra nuestra Constitución y leyes.
Nos referimos a la Convención Interamericana Contra el Racismo, Discriminación Racial y las formas conexas de Intolerancia y la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las personas mayores.
Una vez leídas y analizadas observamos que bajo la excusa de la no discriminación se cuelan proyectos extraordinariamente agresivos para la familia y la niñez que atentan gravemente la soberanía nacional.
La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores introduce sin ningún sustento científico ni justificación, términos, conceptos y vocabulario ajeno a nuestra legislación como: “igualdad” de género, orientación sexual e identidad de “género”.
Además, el art. 9 introduce el “derecho” a la orientación sexual e identidad de género. Un obús ideológico extemporáneo cuando el centro debería de ser la no discriminación por razón de edad y el derecho a los ciudados y al no abandono.
Pero lo máximo llega en el art. 19 donde se garantiza la salud sexual y reproductiva, eufemismo de aborto, imposible a estas edades. Sin duda una evidencia de la voluntad de meter con calzador estos temas aunque no vengan a cuento.
En cuanto a la Convención de no discriminación llama la atención el título: por razón de raza, xenofobia y “formas conexas de discriminación”. Un concepto jurídico deliberadamente antiguo bajo cuyo paraguas pretende imponerse toda la agenda LGTB.
El art. 12 abunda en esta indeterminación al hablar de “formas conexas de intolerancia”. Y el art. 9 se compromete a que en los ámbitos legales y políticos se refleje la “diversidad”. Es decir, aboga por las cuotas, primero de hombres y mujeres y luego de homosexuales y de trans. No son las cuotas en sí mismas discriminatorias y contrarias a los principios de igualdad, mérito y capacidad?
Además, el art. 13 crea sugiere a los estados que creen una institución para “vigilar” el convenio. Es decir, una especie de “Gestapo gay”. Y por si fuera poco, abre la puerta a que se pueda reclamar directamente el presunto incumplimiento ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA saltándose la jurisdicción nacional, evidenciando la desconfianza de las instituciones nacionales y violando la soberanía de Panamá.
¡Panamá es un país SOBERANO!
Escribe ahora a la canciller y al presidente de la Asamblea y diles lo que piensas.