Las feministas no pueden personarse para denunciar los delitos en los que ellas participaron con aplausos
Perú: las feministas denuncian sus propios delitos
Perú: las feministas denuncian sus propios delitos
Donde dije digo, digo Diego. Así son las feministas. Tras el archivo de la causa de las esterilizaciones forzosas en la época de Fujimori, están tratando de reabrir el caso. Y nos parece bien: los responsables de los crímenes deben pagar por ellos.
Pero no conviene ser hipócrita. Porque resulta que las feministas están denunciando un delito en el que ellas mismas participaron. Nunca protestaron contra los planes de esterilización. Al contrario, formaron parte de la Mesa Tripartita que - junto al gobierno y a organizaciones de cooperación internacional - diseñó la estrategia de salud sexual y reproductiva que incluía las esterilizaciones de indígenas.
Las que ahora se rasgan las vestiduras son las que en octubre de 1995 celebraron la modificación de la Ley Nacional de Población que incluía la esterilización como método de planificación familiar. Y no fue sólo una contribución ideológica. Recibieron muchísimo dinero de USAID precisamente desde 1995 para sumarse al Programa de Planificación Familiar y Salud Reproductiva en el gobierno de Fujimori. Sólo el Movimiento Manuela Ramos recibido 25 millones de USAID en un sólo proyecto llamado “Reprosalud” entre 1995 y 2000 que incluía esterilizaciones, especialmente en zonas rurales y urbanas marginales.
En aquellos años la Iglesia católica criticó abiertamente las esterilizaciones masivas. Pero las ‘manuelas’ no dijeron nada. Al revés, apoyaron los programas de Fujimori. Atentos a lo que señalaba Gina Yañez del Movimiento Manuel Ramos a La República el 22.02.98.
“Nosotros estamos de acuerdo con los programas de Planificación Familiar porque es un derecho elegir cómo cuidarnos. El problema es que la Iglesia se ha ido al otro extremo y ha generado caos y confusión entre los peruanos”
Tras la denuncia del Population Research Institute ante el Congreso de los EEUU, las ‘manuelas’ y demás grupos feministas empezaron a modificar su posición. Percibieron que la comunidad internacional no toleraba más esas prácticas y que los fondos no iban a seguir llegando. Ahora hacen leña del árbol caído de un Fujimori encarcelado censurando unos delitos que ellas mismas cometieron. #FeminismoHipocrita
Escribe a la Fiscalía y pide que no acepten las críticas de quien carece de legitimidad para criticar. Le enviaremos una copia al presidente del Congreso, Freddy Otarola.
Para más información:
Nota del Population Research Institute
La feminista Maruja Barrig lo reconoce todo en su libro “Persistencia de la Memoria. Feminismo y estado en el Perú de los 90”